Uno de los motivos que me llevó a visitar Cartagena la semana pasada fue el contemplar la muralla púnica de la ciudad. Ya sabÃa de antemano que los restos conservados resultarÃan muy escasos, sobre todo en comparación con los restos romanos conservados en la localidad. La muralla fue edificada siguiendo los modelos helenÃsticos vigentes en el periodo. Consta de dos muros paralelos edificados con grandes bloques de arenisca, que supera la altura de tres metros en algunos puntos.
A pesar de la escasez de restos conservados, resulta muy ilustrativo que el edificio que alberga las evidencias adopte el diseño que tendrÃa la muralla originariamente, lo que permite hacerse una idea de cuáles serÃan sus dimensiones en el momento del asedio por parte de Escipión. Esperemos que las excavaciones que se están llevando a cabo en el cerro del Molinete proporcionen una mayor cantidad de restos púnicos, que ayuden a comprender mejor la presencia de los cartagineses en la PenÃnsula.
No parece quedar mucho de la muralla y lo que hay está mal conservado
Hay que tener en cuenta que los romanos cuando conquistaban una ciudad, especialmente si ésta era cartaginesa, no solÃan dejar mucho de ella. No hay más que ver lo poco que queda de Cartago cuando fue una metrópoli semejante a la propia Roma. Sólo las últimas excavaciones han permitido conocer algo de la ciudad púnica, pues Roma se afanó en dejar muy poco. TenÃa un especial interés en que Cartago fuera borrada de la memoria y algo similar debÃó suceder con Cartagno Nova, ciudad que llevaba el mismo nombre que la metrópoli y que guardaba una especial vinculación con ella.
Es cierto que después de tomarla la sembraron de sal?
Al menos eso es lo que dicen las crónicas, pero yo no creo que fuera asÃ. Los romanos resultaban mucho más prácticos, por mucho odio que les tuvieran a los cartagineses. Si no la sembraron de sal, lo que sà hicieron fue una destrucción metódica de todo lo que olÃa a púnico, de tal manera que apenas nos queda nada de una de las civilizaciones más prósperas del mediterráneo