Si visitas Canfranc, en la orilla de la carretera N-330 te encontrarás con una enorme mole. Se trata de una de las dos torres fusileras levantadas según el proyecto del comandante capitán José San Gil1877. Es una pena que la otra ya haya desaparecido, pero al menos contamos con ésta.
La fortificación que nos ocupa adopta la planta elíptica y se encuentra defendida por un foso delante de los muros. Consta de cuatro pisos y disponía de capacidad para albergar un número de 25 soldados, albergando cocina, enfermería o calabozo.
En la cara exterior, la torre cuenta con tres galerías dotadas de aspilleras, de las cuales la central se encuentra enmarcada por una galería de arcos.
Aunque sabía de su existencia, cuando la iba buscando según las indicaciones de los mapas, no deja se sorprender su repentina aparición jalonando lo que en otro tiempo fue una de las más importantes vías de comunicación para unir España con Francia.
Mira que he ido veces a Francia por esa carretera y jamás me había parado a pensar en esta torre. LLama la atención pero lo que menos te imaginas es que sea una torre militar, parece cualquier otra cosa.